Ergonomía y tecnología en lugar del cliché de la mesa de trabajo

Alexander Bohnet lo deja claro en la entrevista: "La carpintería moderna ya no tiene nada que ver con el maestro Eder y su Pumuckl. Hoy manda la alta tecnología". Bohnet trabaja en la carpintería Rothfuß de Schopfloch, cerca de Freudenstadt, desde 1992. Tras su aprendizaje, pasó a la escuela de maestros. Entretanto, también es representante de comercio en la empresa familiar, propiedad de su cuñado Thomas Rothfuß. En una superficie de producción de unos 2.000 metros cuadrados, esta empresa de 17 personas fabrica puertas de casa, de protección de objetos y cortafuegos, muebles de hogar y cocinas, así como muebles de objetos y piezas especiales para la industria. Entre ellos se encuentran revestimientos para máquinas de madera maciza, piezas moldeadas fresadas con CNC, así como muebles de exposición - también para Schmalz, el especialista en sistemas de manipulación y fijación automatizados y manuales con vacío.

En lugar de bloques de lijado y bancos de trabajo, aquí se utilizan fresadoras y taladradoras CNC, una sierra de paneles horizontal y una encoladora de cantos con retroalimentación de la pieza. "Con esta moderna maquinaria, el trabajo de precisión no supone, por supuesto, ningún problema. Lo difícil, sin embargo, es la falta de trabajadores cualificados y la consiguiente falta de tiempo", admite Bohnet. La falta de modelos de conducta y los medios de comunicación social hacen que los jóvenes no quieran ponerse los pantalones de trabajo. Al mismo tiempo, dice, la carpintería es una profesión fascinante. "Creamos algo grande de la nada", comenta Bohnet. Y lo hacen con tecnología moderna: En Rothfuß, una sierra de paneles separa un tablero de madera en tiras. Estos pasan por la cepilladora de cuatro lados y salen como maderas exactamente cuadradas. Así, están listas para su posterior proceso en la máquina CNC.

Gracias a los dispositivos de elevación diseñados ergonómicamente, el esfuerzo físico de los empleados ha disminuido. Hace más de 20 años, las cosas eran diferentes, como recuerda Bohnet: "Por aquel entonces, siempre teníamos que recurrir a una segunda persona para levantar las pesadas puertas de las casas e insonorizadas o los grandes contrachapados y colocarlos en la máquina CNC. Con los cortos tiempos de proceso, entonces apenas merecía la pena que hicieran su trabajo real". Así es como el taller de carpintería llegó a adquirir el JumboErgo, el primer medio auxiliar de elevación de Schmalz. "Una sola persona podía cargar y descargar la máquina sin esfuerzo. Eso sí que valía su peso en oro", subraya Bohnet. Tras el traslado de la seccionadora horizontal en 2011/2012, el operador cambió la versión Ergo por la bascular de VacuMaster. Las placas entregadas suelen medir 2,80 x 2,00 metros. Sin embargo, cinco metros de longitud tampoco son inusuales, afirma. Con un grosor de hasta 60 milímetros, una placa pesa bastante más de 200 kilogramos. "Son pesadas y difíciles de manejar", resume Bohnet. La larga asa de manejo del dispositivo de elevación permite a una sola persona colocar cómodamente las placas, que se entregan tumbadas, en la mesa de proceso. A continuación, la persona levanta y bascula la pieza de retales y la coloca en un carro de transporte para llevarla al almacén de retales. "Con el VacuMaster colgado de un raíl, también podemos llevarlo directamente a la estantería", suplementa Bohnet.

Los medios auxiliares de elevación no son los únicos productos de Schmalz que se encuentran en la carpintería: Los carros de secado en la sala de pintura son una pieza tan importante como las ventosas de bloque en las máquinas CNC. "Incluso el jefe superior ha trabajado con Schmalz", informa Bohnet. Esto se debe a la calidad, pero también a la proximidad: Ambas empresas distan apenas cuatro kilómetros. "Procuramos tener buenas máquinas del barrio, incluso de HOMAG o Schmalz", complementa Bohnet, que describe la colaboración como siempre muy agradable. Hay uno o dos contactos personales, y Rothfuß no sólo es cliente, sino también proveedor de Schmalz.

En 2022, Schmalz se puso en contacto con Rothfuß: Los expertos en vacío seleccionaron la carpintería para una prueba de campo del nuevo VacuMaster Wood. El cambio duró menos de un día y los empleados ya pudieron probar ampliamente la nueva variante. Bohnet se dio cuenta rápidamente: El manejo de VacuMaster Wood es mucho más agradable. "Antes tenía tres superficies de funcionamiento diferentes. En primer lugar, conectaba el generador de vacío a través del interruptor principal. A una distancia de 80 centímetros estaban los botones para coger, bascular y soltar la carga, y a otros 40 centímetros colgaba la perilla de mano para hacer funcionar el polipasto de cadena. Hoy tengo todo al alcance de la mano en el asa de manejo Comfort. Puedo sujetar el equipo de elevación por vacío de forma segura con las dos manos y accionar los interruptores con los pulgares al mismo tiempo, sin tener que estirar la mano", explica Bohnet. Asimismo, el carpintero nota que el nuevo dispositivo de elevación es mucho más ligero y compacto. "Por supuesto, los patines llevan la carga, sin embargo, yo tengo que arrastrar no sólo el peso de la placa, sino también el del dispositivo elevador. Ya era bueno antes, pero el nuevo VacuMaster Wood es otro paso significativo hacia un trabajo más fácil y ergonómicamente correcto", resume el maestro carpintero.